miércoles, 9 de septiembre de 2009

UN TESORO











Ayer encontré un tesoro, sí, sí un tesoro. Estaba en una romería y entre los muchos puestos en los que se vendían infinidad de cosas, Había uno especial. Sobre una mesa de mercadillo esperaban impacientes un montón de libros usados, que nadie se detenía a mirar.

A mí como me pasa siempre, esos puestos me atraen y de repente me vi sumergida a otro mundo, un mundo mágico con un aroma singular, olor a libro viejo. El tiempo se paró y yo empecé e escudriñar las portadas de esos libros, al principio, entre los de adultos, no descubrí nada interesante. Pero al acercarme al lado de la mesa donde descansaban los libros "infantiles". Uno tras otro fui escogiendo antiguas ediciones de cuentos. Si uno me parecía interesante, el otro más y de esta forma llegué a casa cargada con un maravilloso botín adquirido por un precio ridículo. La encargada de vender estos libros, que pertenecía a una ong, me había comentado que eran ejemplares que la gente había donado por quitarse un estorbo de casa. Y yo me pregunto: ¿Cómo algo que para otros era "basura", para mi es un tesoro?

Ya tengo otra misión en la vida, conseguir que los libros, aun siendo viejos, sean algo mágico para todo el mundo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

RECETAS MÁGICAS


No sé muy bien, como ha llegado hasta mí una receta que casi siempre funciona.
Es especialmente recomendable para los días de invierno, para las calurosas tardes de verano, o para cualquier reunión entre amigos.

LOS INGREDIENTES necesarios son:
· Una buena historia
· Un grupo de oyentes
· Sitio acogedor
· Y ganas de contar
Una vez reunidos todos los ingredientes, se deben mezclar, con cuidado, hasta que todo esté caldeado. A partir de aquí la receta puede cambiar, el mejor consejo es que cada uno le dé su toque personal.
Yo añado algún que otro truquillo para que el guiso salga más sabroso:
· una pizca de gracia,
· un pellizco de ternura,
· ¾ de paciencia,
· Un poquito de picardía,
· Espontaneidad, al gusto,
· Unas gotas de misterio,
· Y mucho amor.

Recomendada para todo el mundo, pero especialmente sabrosa, cuando la realiza una persona cercana, padres, abuelos, maestros, amigos,…..
Probar cuanto antes, por que seguro que repetiréis.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Cuentos de ayer, Cuentos de hoy


Ya hace algunos años que trabajo como cuentacuentos, durante todo este tiempo, mi mayor labor ha sido buscar nuevas historias que ilusionasen, a mi público, ya fuese infantil o adulto. Los relatos elegidos provenían del acervo más desconocido de la tradición oral, de lugares lejanos o de nuevos autores. Pero últimamente y gracias al constante contacto con niños, me he dado cuenta que los pequeños de hoy no conocen muchos de los cuentos que conocíamos los niños de ayer. Si es verdad, que reconocen algunos clásicos como caperucita o los tres cerditos, pero pocos más. Ya no hay nadie que les cuente la casita de chocolate, Juan y las habichuelas mágicas, el gato con botas, ...
Dentro del seno familiar; a los niños en los mejores casos, se les lee, pero casí nunca se cuenta.
En la escuela, uno de los lugares privilegiados para escuchar cuentos, la mayoría de las veces se cuentan historias empobrecidas aportadas por la editorial con la que se trabaje.
Y los cuentacuentos, cuenteros, narradores o como queramos llamarnos siempre intentamos ampliar nuestro repertorio aportando historias novedosas que apenas se hayan escuchado.
Y entonces, yo me pregunto, ¿cómo se transmitirán esos cuentos de ayer que no se escuchan hoy?
Creo que esa es una de mis principales tareas como cuentacuentos, generar los cauces necesarios para que esas historías de ayer también las conozcan los niños del mañana. Por lo tanto, intentaré incluir uno de esos relatos en cada sesión de cuentos. Y Desde aquí aliento a las familias, a los maestros y a los profesionales del cuento que también lo hagan. Por que de esta forma estaremos protegiendo un gran tesoro, Nuestra tradición oral.