miércoles, 9 de septiembre de 2009

UN TESORO











Ayer encontré un tesoro, sí, sí un tesoro. Estaba en una romería y entre los muchos puestos en los que se vendían infinidad de cosas, Había uno especial. Sobre una mesa de mercadillo esperaban impacientes un montón de libros usados, que nadie se detenía a mirar.

A mí como me pasa siempre, esos puestos me atraen y de repente me vi sumergida a otro mundo, un mundo mágico con un aroma singular, olor a libro viejo. El tiempo se paró y yo empecé e escudriñar las portadas de esos libros, al principio, entre los de adultos, no descubrí nada interesante. Pero al acercarme al lado de la mesa donde descansaban los libros "infantiles". Uno tras otro fui escogiendo antiguas ediciones de cuentos. Si uno me parecía interesante, el otro más y de esta forma llegué a casa cargada con un maravilloso botín adquirido por un precio ridículo. La encargada de vender estos libros, que pertenecía a una ong, me había comentado que eran ejemplares que la gente había donado por quitarse un estorbo de casa. Y yo me pregunto: ¿Cómo algo que para otros era "basura", para mi es un tesoro?

Ya tengo otra misión en la vida, conseguir que los libros, aun siendo viejos, sean algo mágico para todo el mundo.

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